Sinopsis: ¿Qué pasaría si un niño de otro mundo realizara un aterrizaje de emergencia en la Tierra y en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad demostrara ser algo mucho más siniestro? El matrimonio formado por Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Denman) siempre ha querido tener un hijo. Cuando deciden criar a Brandon (Jackson A. Dunn), un niño venido de las estrellas, descubrirán que este posee unas habilidades muy especiales. El problema surgirá cuando se den cuenta de que el niño no usa esos poderes para hacer el bien, ya que el mal comienza a crecer dentro de él. (SENSACINE)
Comentario: Con una premisa espectacular (¿y si Superman fuera malo?), el productor James Gunn concibe una brillante película a medio camino entre los género de la ciencia ficción y el terror. Al igual que ocurrió -a mediados de los sesenta del siglo pasado- con el nacimiento del western europeo o spaghetti western, el subgénero de los superhéroes evoluciona y adquiere nuevas temáticas y características. Analizando este ciclo heroico, podría hablarse de tres grandes grupos en los que posteriormente clasificar esta serie de largometrajes: por un lado, el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), los X-Men de la Fox y el Spider-Man de Raimi, las tres franquicias más populares de superhéroes; por otro, el Batman de Nolan, Watchmen y el Universo DC de Zack Snyder, con un toque más adulto y serio; y por último, el lado más siniestro y aterrador de los superhéroes con El hijo y Los nuevos mutantes (próximo estreno).
-Lo mejor:
- El hijo: Jackson A. Dunn.
- La espectacular premisa de la historia.
- El perfecto uso del campo y fuera de campo por parte de su director (David Yarovesky), para crear intriga y terror al espectador.
-Lo peor:
- El avance de la historia es totalmente predecible.
- Mismo desarrollo narrativo que otras películas actuales del género de terror adolescente.
- Que no se contemple una segunda parte.
Te gustará si te gustó: La profecía (1976), Superman (1978) o Chronicle (2012).
Puntuación: 7/10.
Tráiler: